Ser amable, cuidadoso, cariñoso con nosotros mismos es un concepto simple que mejora tu vida diaria y te ayudará a tener mejores relaciones fraternales y sentimentales.

Esto comienza cuando nos comprendemos a nosotros mismos. Volvamos a ti cuando eras un bebé.  Por ejemplo, imagínete como un niño que necesita amor, cuidado, motivación, fuerza, apoyo y buena salud en general. ¿Cómo cuidarías a ese niño? Lo alimentarias con comidas saludables?  Para que esté sano, verdad que sí.

Si eres una buena madre, siempre querrás cuidar bien a tus hijos. Quieres asegurarte de que estén seguros, sanos y felices. Queremos criarlos para que se conviertan en buenas personas y sean parte de un mundo mejor. Piensa en cómo hablarías con tu hijo cuando esté enfermo o cuando se lastima. Piensa en cómo lo elogiarías y hablarías con ellos cuando trabajan duro en la escuela y obtienen buenas calificaciones, o cuando tienen un buen desempeño porque practicaron mucho.

Todos deberíamos tratarnos a nosotros mismos de la misma manera que tratamos a nuestros hijos.

Recuerde que todos fuimos niños una vez y ese niño todavía es parte de cada uno de nosotros. Piensa en la forma en que te hablas a ti mismo. Como seres humanos, tenemos el poder de controlar la voz interior. Necesitamos aprender a calmar la voz interior cuando es negativa y cambiarla por algo positivo y alentador. Cuando diriges tus emociones hacia sentimientos positivos apreciando lo hermoso de la vida en lugar de enfocarse en lo negativo, puedes cambiar tu actitud hacia la vida.

Cambia tu forma de pensar si es necesario, recuerde que tienes el poder de controlar tus pensamientos. Todos vivimos diferentes situaciones en nuestras vidas y aunque hayan sido momentos muy difíciles, recuerda que tu pasado no es tu presente. Vive y disfruta tu presente enfócate en lo que te causa alegría y felicidad. Recuerda activar intencionalmente las emociones positivas en tu mente y llenar tu corazón con los sentimientos positivos  que ayudan a tu cuerpo y cerebro. Aprenda a reaccionar positivamente desde un punto de vista mental y emocional a los factores de estrés negativos en tu vida.

Finalmente el amarte a ti mismo comienza con la forma en que te hablas.  Sé amable contigo mismo, haz siempre lo mejor que puedas, trabaja duro por lo que quieres en la vida, ama lo que haces y hazlo con pasión. Recuerda siempre encontrar gratitud por las cosas que ya tienes en tu vida que te causan satisfacción.